viernes, 22 de mayo de 2009
OTOÑO
Ana tiene 17 años, No llega a tocarse la punta de los pies en educación física y siempre saca ochos en su clase de historia, le gusta poner música, acostarse y cerrar los ojos e imaginar las historias que relatan las canciones. Ama pasear en su bicicleta en otoño, se pone su antiguo sobretodo, sus viejos guantes con pompones (que eran un regalo de su abuela), una perfumada bufanda escocesa, se arma un rodete a la altura del remolino, pone su lista de canciones en el mp3 y sale. le gusta el ruido que hacen las hojas secas cuando ella las pisa y ese olor nostálgico a humedad en el aire. No mira mucha tele, pero le dedica mucho tiempo a sus libros sus preferidas son esas historias de amor enrredadas con personajes tan reales que podrían ser sus vecinos.Francisco tiene 19 años, no le gusta correr mucho y siempre lleva con el un colgante que le regalo su mama. Le gusta el cine mudo y sobre todos las películas sin sentido. Le gusta salir a caminar sin rumbo, perderse entre las calles de la ciudad e imaginar historias en el camino, usa siempre el pelo desprolijo (ya que odia peinarse), le gusta comer tortafritas los días de lluvia y mirar por la ventana del edificio, observa como la gente corre con sus paraguas y se moja en las esquinas. No le gustan los deportes, prefiere siempre un café y charlar con su conciencia mientras hace que lee el diario o algún libro, le encantan las historias de personas comunes, con situaciones que hasta a el podrían pasarle. Siempre usa un viejo suéter que era de su hermano y unas viejas zapatillas que según él le traen suerte.Ana y Francisco viven en la misma ciudad, pero nunca se conocieron, nunca se miraron y menos se hablaron, no tiene amigos en común, pero si comparten muchos intereses.Era un jueves silencioso, frío y húmedo en la ciudad, esos días en donde nada puede pasar, pero no era el caso para Francisco y Ana.Ana se preparaba para un paseo en bicicleta había, discutido con su mama por que su hermano menor desordeno toda su habitación, así que para despejarse se preparo como siempre y salió.Francisco por el contrario estaba aburrido sin nada que hacer en su casa, entonces decidió salir a caminar, esperar a que abran las cafeterías tomar un café, leer un poco y tal vez comprar un disco nuevo. Tomo su campera de gabardina, la cual le había regalado su tío que era de sus días en la armada, y se la puso sobre su viejo suéter, ato los cordones de sus zapatillas y puso un libro de POE en el bolsillo de su campera.Ana salió por la avenida y se disponía a pasear por el parque en su antigua bicicleta, quería sentir como caían las hojas mientras ella atravesaba los arboles. Francisco decidió cortar camino por el medio del parque para sentir el otoño mientras imaginaba las historias que podrían haber sucedido alrededor de los arboles.Ana venia distraída mirando la nada mientras su tema preferido pasaba en el mp3, Francisco venia mirando unos pájaros que reforzaban el nido y se preparaban para el frío invierno. Ana no vio la piedra que golpeo contra su rueda delantera haciéndola perder el control y salirse del sendero, Francisco se percato de la bicicleta de Ana cuando choco contra él haciéndolo caer de espaldas.Ana lo miro desde el piso y fue como un flechazo instantáneo, en cambio francisco lo único que observaba era la rueda delantera de la bicicleta toda torcida por el golpe.Ana dio un salto y se dio a la rápida tarea de levantar la bicicleta para socorrer a francisco, el solamente podía pensar en el dolor en su rodilla causado por el manubrio, Ana lo ayudo a pararse y mientras francisco acusaba su dolor pudo divisarla, rápidamente abrió los ojos y se sacudió las hojas que tenia por todo el cuerpo, trato de ordenarse lo mas rápido posible y decir algo inteligente, pero no podía decir ni una palabra, por el contrario, Ana le pidió disculpas en 14 idiomas diferentes y no paraba de hablar, se había sonrrojado y no tenia idea de lo que estaba diciendo pero no podía detenerse. Francisco veía que la boca de Ana se movía pero no escuchaba nada, no podía quitar la vista de los detalles de Ana, su rodete desaliñado, su piel blanca y sus ojos verdes. Ana también se había detenido a mirar a francisco con su pelo todo desarreglado y la hoja seca que colgaba del mismo, sus hojos de color café y la simetría entre sus orejas. Al fin francisco entro en si y le dijo balbuceando "estas bien", Ana se sonrojó y dijo " si, si vos estas bien", el contesto " si unos huesos rotos nada mas " y ambos rieron , Ana extendió su brazo y saco la hoja del pelo de francisco, el se llevo la mano al bolsillo de su campera y vio que no tenia el libro, Ana le pregunto si le pasaba algo y el dijo "no, no pasa que tenia un libro y nose donde esta". Ana bajo la mirada y le dijo " acá esta " mientras se agachaba para tomarlo no advirtió que francisco también se había percatado de la ubicación del libro y se disponía a hacer lo mismo, entonces sus cabezas chocaron. Ana callo hacia atrás tomándose la cabeza y francisco largo una carcajada mientras decía "parece que hoy no es nuestro día", Ana se sonrío y levanto ante sus ojos el libro que había alcanzado a tomar miro la portada y vio que era su libro preferido "cartas de un poeta" de Allan Poe, se paro y le dijo: " veo que sabes leer, y también sabes que leer". Francisco se sonrío y dijo " algo, disculpa no se tu nombre todavía", Ana sonrío y dijo "me llamo Ana, vos?" , "Francisco" dijo él, mientras levantaba la maltrecha bicicleta, "parece que vas a volver caminando, tu pobre bici no da mas", Ana se tomo la frente y dijo " no, eso me pasa por colgada". Francisco titubeando le pregunto " sino tenes problema yo puedo acompañarte, además la bicicleta es pesada para que la lleves vos sola". Ana moría por dentro de las ganas de decirle que si pero no quería volver a su casa " no te hagas problema, además vos seguro que tendrás mejores cosas que hacer", francisco se río y empezó a caminar mientras dijo " entonces por el golpe me debes un café ", Ana no pudo evitar suspirar y pensar que era todo muy armado para ser verdad, prefirió no pensar y dijo "bueno eso puede ser".En el camino Ana y francisco hablaron de mil cosas, ella le contó de su gusto por el olor a quita esmalte y el de su extraño gusto por los escalofríos, la tarde paso entre historias, un café y submarino. Ana se olvido la discusión con su mama y francisco de comprar su disco, habían perdido la noción del tiempo y el espacio, francisco sintió su teléfono vibrar pero no le dio importancia, por el contrario Ana respondió a un llamado de su padre el cual preguntaba si iba a ir a cenar, Ana se disculpo con Francisco, el entendió perfectamente y pidió la cuenta, se puso de nuevo su viejo saco de gabardina y mientras lo abotonaba observo lo hermosa que se veía Ana, esa mezcla entre sencillez e inocencia, pero al mismo tiempo le atraía lo inteligente y divertida que era. Ana acomodo su bufanda y observo a Francisco como acomodaba el libro en su bolsillo y no podía describir la sensación que sentía, ella sabia que el era diferente a todos los que había conocido era tan dulce, gracioso, simpático, elocuente y todo eso se potenciaba con la sencillez de su persona, esa sonrisa que la hipnotizaba y sus ojos color café que hacían que se perdiera completamente. Francisco dijo "vamos" y Ana contesto "dale".Caminaron por el parque Ana tomo ligeramente el brazo de Francisco, el la miro y sonrío, como asintiendo a la reacción de Ana,cruzaron la avenida, y doblaron en la esquina a la derecha, Ana señalo una casa con tejar negras y dijo "es acá ", Francisco entrego la bicicleta y señalo lo bien que lo había pasado, Ana abrió la pequeña cerca de madera, entro la bicicleta y dijo " yo también la pase muy bien, y disculpa de nuevo por el golpe", el se sonrío y dijo "no hay problema y bueno será hasta la próxima, la verdad que un gusto Ana", ella lo miro y dijo "El gusto fue mío" mientras cerraba la pequeña reja.Poco a poco francisco se alejo, mientras Ana lo observaba desde la venta, cuando perdió la visibilidad de su silueta cerro la cortina y se tiro boca arriba en la cama, suspiro y cerro sus ojos, sintió como un hormigueo en sus pies, se dio media vuelta en la cama y puso música.Francisco metió sus manos en el bolsillo y mientras caminaba no dejaba de pensar en la sonrisa de Ana, camino de nuevo hasta la avenida, allí tomo el 107, sé sentó en el 4 asiento de la fila doble, saco el libro de nuevo y leyó la ultima parte, se bajo en la esquina camino media cuadra metió la llave, saludo al portero que leía el diario mientras comía medialunas, llamo el ascensor y subió al 7 piso, su mama le pregunto si hiba a comer, francisco dijo "no, gracias" , se recostó y mirando el techo se quedo dormido
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esta porqueria no me respeta los puntos aparte ... :(
ResponderEliminarSi, tenes qe poner "< br >" sin los espacios cada vez qe qieras poner punto y aparte :)
ResponderEliminarMuy linda, Ana me hace sentir identificada, amo el olor a quitaesmalte ajajaj!
Que buen blog, interesante!! Solia tener uno muy parecido, es decir, con relatos y bizarreadas por el estilo.... Siempre un gusto encontrar blogs asi, hay pocos.... Un saludo grande!
ResponderEliminarhttp://www.palabrasmenospalabras.blogspot.com/
ResponderEliminarpasate =)
Esto es un primer capitulo, definitibamente.
ResponderEliminarAna y Francisco juntos serian una Ameli